domingo, 4 de julio de 2010


PELOS: Es era el nombre de esta perrita, que entrego su lealtad y amor a su dueño, propietario de un taller mecánico, que evito brindarle una oportunidad de vida a este animalito, por propuesta del médico veterinaio, que sin haber realizado estudios, dictaminó, que la "bola" que tenía pelos en la cara, era un "tumor maligno", muy a pesar de haberle interrogado al médico, este se nego a dar respuesta sobre el procedimiento que dió o que realizo para llegar a la conclusión de la eutanasia de esta perrita, su dueño, la tiro en la carretera. Despues de haberle brindado amor, lealtad, su pago fue "un cadaver arrojado en la periferia"

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